Día Mundial Contra el Cáncer: acción mundial para evitar 8 millones de muertes por cáncer de aquí a 2015

4 de febrero

El cáncer es una de las principales causas de mortalidad en todo el mundo. La OMS calcula que, de no mediar intervención alguna, 84 millones de personas morirán de cáncer entre 2005 y 2015. Cada 4 de febrero, la OMS hace frente común con la Unión Internacional contra el Cáncer y, con el patrocinio de ésta, promueve medios para aliviar la carga mundial de la enfermedad. La prevención del cáncer y el aumento de la calidad de vida de los enfermos son temas recurrentes.

La OMS estima que un 40% de los cánceres podrían evitarse por el simple expediente de no consumir tabaco, hacer ejercicio regularmente y observar una dieta saludable. El tabaquismo es la principal causa evitable de cáncer en el mundo.

El principal objetivo de la campaña del 2009 es de luchar contra el sobrepeso y la obesidad infantil, dos factores de riego que pueden llevar al cancer a la edad adulta.

El cáncer es una de las principales causas de mortalidad a nivel mundial: se estima que en 2005 murieron de cáncer 7,6 millones de personas, y en los próximos 10 años morirán otros 84 millones si no se toma ninguna medida. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha propuesto el objetivo mundial de reducir las tasas de mortalidad por enfermedades crónicas en un 2% anual entre 2006 y 2015. El logro de ese objetivo evitaría más de 8 millones de los 84 millones de muertes previstas por cáncer a lo largo de la próxima década, y la OMS está intensificando su respuesta para alcanzar esa meta.

Más del 70% de todas las defunciones por cáncer se producen en los países de ingresos bajos y medios, cuyos recursos para la prevención, diagnóstico y tratamiento de la enfermedad son limitados o inexistentes. El consumo de tabaco por sí solo causa aproximadamente 1,5 millones de fallecimientos por cáncer al año.

La OMS está respondiendo de forma activa a esa incidencia creciente de cáncer. En una resolución de la Asamblea Mundial de la Salud adoptada en mayo de 2005 se pedía a la OMS y a sus Estados Miembros que tomaran medidas urgentes para prevenir y controlar el cáncer. Como consecuencia de ello, la OMS ha elaborado una Estrategia Mundial contra el Cáncer, y en los próximos años se publicará la serie «Control del cáncer: aplicación de los conocimientos – Guía de la OMS para desarrollar programas eficaces», constituida por seis módulos concebidos para ayudar a los Estados Miembros a elaborar estrategias que mejoren la prevención, el tratamiento y la atención prestada a los enfermos de cáncer.

«Antes que nada debemos abordar las enormes desigualdades existentes entre los países desarrollados y los países en desarrollo en lo referente a la prevención, el tratamiento y la atención del cáncer», ha señalado la Dra. Catherine Le Galès-Camus, Subdirectora General para Enfermedades No Transmisibles y Salud Mental. «A pesar de que sabemos que muchos casos son evitables, o curables si se detectan precozmente y se tratan aplicando la mejor evidencia disponible, por desgracia para muchas personas los tumores se detectan demasiado tarde o no se dispone del tratamiento adecuado. Por otra parte, la calidad de vida de muchos enfermos de cáncer puede mejorarse sustancialmente mediante control analgésico y atención paliativa.»

Se estima que más del 40% de todos los cánceres se pueden prevenir. Sin embargo, el pronunciado aumento de algunos factores de riesgo, como el consumo de tabaco y la obesidad, está contribuyendo a aumentar la incidencia de la enfermedad, sobre todo en los países de ingresos bajos y medios. Las rápidas transformaciones del entorno mundial, consecuencia de la globalización de los mercados y de la urbanización, están propiciando un aumento del consumo de alimentos elaborados ricos en grasas, azúcar y sal, así como de productos de tabaco; un menor consumo de frutas y verduras; y un estilo de vida más sedentario. El resultado es que la carga (incidencia) de cáncer y de otras enfermedades crónicas está aumentando. Otros factores de riesgo prevenibles son muchos carcinógenos ambientales y las infecciones que causan el virus de la hepatitis B y el papilomavirus humano.

La OMS está adoptando importantes medidas para prevenir el cáncer y otras enfermedades crónicas. Un logro destacado fue la entrada en vigor, el pasado año, del primer tratado mundial de la OMS en el campo de la salud. El Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco (CMCT OMS), es un paso muy relevante hacia el objetivo de reducir el consumo de tabaco, que constituye la principal causa prevenible de cáncer. Numerosos países han ratificado el tratado. La primera reunión de la Conferencia de las Partes en el Tratado se celebrará en Ginebra del 6 al 17 de febrero de 2006 a fin de planificar la aplicación de las medidas previstas en el tratado para frenar el consumo de tabaco.

Por otra parte, la Estrategia Mundial sobre Régimen Alimentario, Actividad Física y Salud brinda un marco multisectorial para reducir los factores de riesgo más importantes del cáncer y de otras enfermedades crónicas. El Programa de Seguridad de las Sustancias Químicas es una red mundial dirigida por la OMS cuyo objetivo es reducir la exposición a los productos carcinógenos, y los programas de inmunización contra la hepatitis forman parte de las estrategias mundiales de la OMS en materia de inmunización.

A fin de mejorar la detección precoz, el tratamiento y la atención de los enfermos de cáncer, el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC) de la OMS proporciona evidencia científica sobre las causas y los mecanismos de desarrollo de la enfermedad, y elabora estrategias para detectarlo precozmente. Además, la OMS mantiene lazos de colaboración con importantes partes interesadas en el control del cáncer, entre ellas otras organizaciones de las Naciones Unidas, como el Organismo Internacional de Energía Atómica, ONG como la Unión Internacional contra el Cáncer (UICC), y muchos otros institutos nacionales contra el cáncer.

La OMS propugna un enfoque integrado de la prevención, el tratamiento y la atención para las principales enfermedades crónicas. Es necesario aplicar enfoques integrados que combinen la prevención, el diagnóstico y el tratamiento del cáncer con las correspondientes medidas para las cardiopatías, los accidentes cerebrovasculares, la diabetes y otras enfermedades crónicas, dado que muchas de esas dolencias comparten factores de riesgo comunes (tabaquismo, dietas malsanas e inactividad física) y requieren respuestas similares del sistema de salud. Ese enfoque integrado, que, además de ser el más idóneo para la prevención y el tratamiento, resulta costoeficaz, se describe en rasgos generales en un informe publicado recientemente con el título «Prevención de las enfermedades crónicas: una inversión vital».

Fuente:
http://www.who.int/mediacentre/news/releases/2006/pr06/es/index.html

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